Propiedad privada

Y hablamos del mundo como embajadores
porque uno arriba
y enseguida
el trajecito
las mediciones de distancia
la captura del recuerdo imborrable


No, de verdad.


Suponemos todo
lo sentamos a Atlas
y damos por sentado al mundo


Flotamos
en un fangal
que nos convoca al centro
que nos empuja
a la sustancia.


Pero conocemos:


- Si uno golpea con un martillo un clavo, fuertemente, puede golpearse también el dedo, y eso dolerá.


- El amor conlleva implícitamente una forma del dolor que encaramos sin control, y hacemos chistes de eso cuando ya no duele.


- Como todo lo que crece, buscamos la luz del sol, pero como somos sujetos simbólicos y entes creativos, la rebautizamos y la convertimos en otra cosa.


- Vivimos tal y como queremos.


- Nada no existe


- Si el sueldo aumenta menos que todas las cosas que necesitamos para vivir, mientras ricos y pobres se vuelven expresiones exponenciales de su propia condición, sabremos que en invierno tendremos frío, que elaboraremos estrategias para cocinar, que el cinismo existe, y que la sumisión también.

De a uno

y que vengan de a uno
que se repartan ese montoncito de tierra

reyes, diplomáticos, payasos y poetas

lugar para crustáceos
hay
piel al ojo
al ojo también
pelos, lana, objetos varios

apilense como puedan
que hay lugar
periodistas, plomeros, magos

de la tierra para arriba lo que quieras

lugar para invertebrados
claro! un montón
pero sobre todo entre los ojos

como perlas
llueve el encanto de la consciencia

toca las nubes un pato
y caen
curas, abogados, cajeros de supermercados

escalan músicos
videntes
con la lengua
chupando

amantes, perros, duraznos en almíbar, pescados, carteles publicitarios, ascensores, pianos de cola, rosarios, botones, colectivos... si es una feria!

y
es música
la torre
que baila
uno
alrededor
cuando ya
no se distingue

un carajo.

Desperté en la ceremonia una elegía yanki belvedere al sur  abriéndose al desierto de Mataderos. ¿A quién le cantan esta pavada exacta? Pens...