De los escombros hablaremos después
un día cualquiera
sentados
frente a la ventana
al amparo de la ingeniería industrial y los bizcochitos de grasa
desentendiéndonos del clima
porque una vez nos llenamos la boca
de baldío
de baldío
cagados de amor
y hormigón
nos llueve adentro
pensé
pero no hablemos de techar
ni del perfume a tierra mojada
que hay en este páramo
mío
no hablemos de nada
ahora
ni mañana tampoco
yo te llamo.
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